El Sacramento del Matrimonio se lleva a cabo mediante una promesa hecha ante Dios y ante la Iglesia, que es aceptada y sellada por Dios y se consuma por la unión corporal de los esposos. Dado que es Dios mismo quien anuda el vínculo del matrimonio sacramental, este vínculo une hasta la muerte de uno de los contrayentes.
Dios ha hecho al hombre y a la mujer el uno para el otro para que «ya no sean dos, sino una sola carne» (Mt 19,6): de esta forma deben vivir el amor, ser fecundos y así convertirse en signo del mismo Dios, que no es otra cosa que amor desbordante.
El Matrimonio en nuestra parroquia
Los martes en el horario de despacho hay un sacerdote para acompañar y ayudar (información, expediente…) a los cristianos que desean recibir el sacramento del matrimonio
¿Qué se requiere necesariamente para poder casarse por la Iglesia?
Para que haya matrimonio sacramental se requieren necesariamente tres elementos:
El consentimiento expresado en libertad
La aceptación de una unión exclusiva y para toda la vida
La apertura a los hijos.
Pero lo más profundo en un matrimonio cristiano es la conciencia de la pareja de ser una imagen viva del amor entre Cristo y su Iglesia.